Precauciones al viajar en avión.

22 junio, 2020 AdminGadea

21/06/2020 – Dr. Juan García Puig

Mis padres de casi 90 años viven en Lima, Perú. Nos debatimos entre el riesgo que supone viajar en avión este verano y la necesidad de estar con ellos y hacerles compañía. ¿Qué nos sugiere?

Para responder a su pregunta me voy a basar en la experiencia del Prof. Erin Bromage, Profesor asociado de Biología (inmunología y enfermedades infecciosas) en la Universidad de Massachusetts Dartmouth, Boston, EE.UU.

El Prof. Erin Bromage, ha compartido (16 de mayo 2020) su experiencia de un viaje familiar Boston – Australia – Boston.

Lo primero es repasar algunas nociones acerca de la transmisibilidad del virus SARS-CoV-2.

  • Los espacios cerrados, con muchas personas, que no se pueden distanciar físicamente entre sí 2 metros, son los lugares de mayor riesgo de contagio del virus SARS-CoV-2.
  • Un minuto hablando, con voz bastante alta, genera unas 1.000 “gotitas” de saliva que pueden quedar suspendidas en el aire hasta 8 minutos. Se ha estimado, pero no demostrado, que cada “gotita” puede contener entre 1.000 y 100.000 virus infecciosos.
  • El riesgo de contagio, al interactuar con otras personas es real; no sabemos quien puede estar incubando la enfermedad y, por tanto, quien puede ser contagioso.

Estas informaciones deben hacernos reflexionar sobre los destinos programados, con quién nos relacionamos, y durante cuánto tiempo permanecemos en lugares públicos.

Volar.

Hay muchas razones por las que una persona puede necesitar viajar en los próximos meses, cuando es mayor el flujo de viajeros. Para algunos (¿muchos?), el riesgo de infección durante el viaje puede estar compensado por la necesidad de llegar a otro lugar, ya sea por motivos familiares, laborales o personales. A principios de marzo –escribe el Prof. Erin Bromage– mi mujer y yo tuvimos que decidir si emprendíamos un viaje programado a Australia para visitar a mi familia. Finalmente decidimos ir: nuestro deseo de ver a mis padres y a mi hermana fue mayor que el riesgo de infectarnos. Cuando nos fuimos, las cosas se estaban poniendo mal en los EE.UU. Sabía que había riesgos al viajar, pero tenía necesidad de ver a mi familia. También sabía que si cancelábamos nuestro viaje, pasaría un tiempo antes de que pudiera volver a verlos.

Además de mi preocupación, mis padres no son jóvenes (lo siento mamá y papá), y estaban en el peor grupo demográfico para este virus.

Durante semanas mi mujer y mis hijos practicamos las «reglas» básicas: evitar tocar superficies que pueden estar contaminadas, lavado de manos con frecuencia, y no tocarnos la cara. Pero es difícil modificar hábitos. También practicamos juegos divertidos cómo abrir puertas o presionar los botones del ascensor con los codos o las rodillas. Es necesario ser precavido, pero no tenemos la obligación de estar serios en todo momento.

Cosas imprescindibles que llevamos con nosotros:

Pequeños recipientes con desinfectante para las manos. Se pueden sujetar con un velcro a nuestros jeans / pantalones cortos, para un fácil acceso.

  • Toallitas desinfectantes; las pusimos en una bolsa transparente con cierre hermético.
  • Llevamos un conjunto completo de ropa, en una bolsa de mano, para cambiarnos al llegar a Australia.
  • Llevamos sudaderas con bolsillos laterales. Esta prenda es muy práctica porque NO es fácil mantener siempre las manos quietas. Meterlas en estos bolsillos fue una buena opción.

Traslado al aeropuerto:

El parking del aeropuerto cuesta una fortuna. Pedimos a un amigo que nos llevara al aeropuerto y que luego dejara nuestro coche en casa. Al regreso haríamos lo contrario.

En el aeropuerto: TODOS LLEVAN MASCARILLA, en el aeropuerto, pasillos, salas de espera, tiendas y en el avión. Procuramos NO tocar ninguna superficie. Si tocamos algo, nos desinfectamos enseguida con el gel desinfectante. No nos tocamos la cara. Y en todo momento usamos mascarillas.

Mantuvimos la distancia presencial adecuada con las demás personas y evitamos acercarnos a lugares donde había bastantes personas. No pudimos hacer el check-in por internet, al ser un vuelo internacional, pero solo uno de nosotros fue la «persona de contacto» para el check-in. Mientras estuvimos en el aeropuerto, designamos a UNA sola persona para todas las interacciones persona – persona (personal del aeropuerto o tiendas).

Embarcar (boardinig):

Tal vez sea el momento más delicado por la congestión que se produce.

Pueden consultar esta pagina web que trata de diferentes posibilidades para embarcar y salir de un avión.

La forma habitual de embarque para vuelos internacionales es mediante “fingers” extensibles, donde a veces se acumulan muchas personas, en pasillos mal ventilados. Una forma de evitar estas situaciones es procurar subir / bajar del avión directamente, si hay escaleras del avión a la tierra…

Se han propuesto otras medidas, como embarcar por orden, primero los pasajeros con asientos de ventanilla, luego los de la fila intermedia y por último los que ocuparán asientos de pasillo. Esto requiere una gran colaboración de los pasajeros y es difícil conseguirlo con niños pequeños o familias enteras que desean sentarse juntos.

En el avión y durante el vuelo:

Nada más llegar a nuestros asientos cada uno empleó las toallitas desinfectantes. Limpiamos cada superficie: Brazo del asiento, mesa, monitor, cinturón de seguridad, etc.

Ahora las aerolíneas están utilizando una desinfección muy concienzuda entre vuelo y vuelo o cada 24h. Y algunas compañías prohiben llevar equipaje de mano; TODO hay que facturarlo y viaja en la bodega. En un vuelo de 22 horas (Boston Australia) hicimos todo lo posible para no tocar las superficies de contacto al estirar las piernas o ir al baño.

¡UN AVION ES UN ESPACIO CERRADO! Muy cerrado, con poco volumen de aire, y usted está ahí, sin poder salir, durante un período prolongado. Parece el sitio ideal para que el virus se disemine. Pero hay una gran diferencia con los aviones en comparación con otros espacios cerrados; los aviones disponen de un sistema de filtración del aire y de intercambio del mismo muy estudiado.

En los aviones Boeing modernos (otros pueden ser iguales), el volumen de aire completo de la cabina se intercambia con el aire exterior cada 4 a 5 minutos (unos12 a15intercambios de aire de cabina cada hora). Además, el aire de la cabina se filtra a través de un sistema de filtración llamado HEPA, 2530 veces por hora.

El filtro de aire HEPA (del inglés «High Efficiency Particle Arresting», o «recogedor de partículas de alta eficiencia») puede retener la mayoría de las partículas perjudiciales, incluyendo las esporas de moho, el polvo, los ácaros del polvo, la caspa de las mascotas y otros alérgenos que se encuentran en el aire. Los filtros HEPA retienen el 99.97% de todas las partículas mayores de 0.3 micras. Las mascarillas N95 capturan el 95% de estas partículas mayores de 0.3 micrómetros.

 

¿Sabía Vd que …? La pequeña boquilla de aire que está encima de las cabezas suministra aire directamente desde el filtro HEPA. Si dirige este chorro de aire hacia usted estará aumentando la cantidad de aire purificado procedente del HEPA. ¡Enciéndalo!

Saber estas cosas me tranquilizó y me hizo pensar que el riesgo de viajar en avión era bajo. Solo tenía que preocuparme de las superficies y de las personas próximas a mi ante posibles estornudos o toses.

  • Nota: El aire de la cabina comienza a deteriorarse cuando el avión está en tierra. NO tenga prisa para subir al avión y NO se retrase al bajar del avión.

Llegada al destino: Al llegar asumimos que nuestras bolsas de mano y las maletas, así como la ropa que llevábamos puesta, estaban contaminadas. Por tanto, antes de conocer a mis padres, limpiamos todo nuestro equipaje con las toallitas desinfectantes, pusimos nuestra ropa usada en una bolsa de basura para lavarla después, nos duchamos y nos pusimos la ropa nueva que llevábamos en las bolsas de mano.

Esto fue excesivo, pero éramos muy conscientes de los riesgos que la Covid-19 podría ocasionar a mis padres mayores.

Regreso a casa: Un amigo fue a casa y nos dejó nuestro coche en el aeropuerto, limpió las superficies de contacto, nos saludó, y se marchó (yo tenía otrojuego de llaves). Una vez en casa, nos pusimos en cuarentena durante dos semanas, para asegurarnos de que no fuéramos quienes habíamos traído un nuevo brote de Covid-19 a EE.UU.

Así es como la familia Bromage viajó desde Boston -Sydney -Boston. ¿Fue excesivo? Tal vez. Pero queríamos viajar lo más seguros posible. Y todos estuvimos bien. ¿Pura suerte? Tal vez. Pero también quizás porque fuimos cuidadosos y seguimos unas normas autoimpuestas bastante de cerca.

¿Qué hacemos si alguien estornuda o tose? Nada. En el interior del avión no se puede hacer gran cosa. Recuerde, que es la exposición a las “gotitas contaminadas” de forma prolongada lo que produce contagio. La filtración del aire en el avión es su aliado y limpiará las “gotitas” suspendidas en el aire.

El viaje en avión puede ser prolongado y Vd debe evaluar todos los factores para decidir si vuela o no. Si Vd pertenece al grupo de riesgo elevado de tener complicaciones graves de la Covid-19, tal vez sea aconsejable que no suba a un avión. Si la prevalencia de COVID-19 en su entorno es baja, el riesgo de infección será bajo. Conocer los riesgos y tener un plan para reducir los contactos e interacciones durante el viaje puede ayudarle a que su viaje sea lo más seguro posible. El riesgo CERO de accidente o enfermedad NO existe … tampoco quedándonos en casa.

Sugerencias adicionales para que el viaje sea SEGURO:

  • Traiga su botella de agua y sus propios bocadillos, frutos secos, etc. En la mayoría de vuelos ahora NO se suministran bebidas, bocadillos, canapés, frutos secos, etc.
  • La clase “business” o la primera clase reducen el número de personas a su alrededor.
  • ¡Limpie la boquilla del aire antes de ajustar el flujo de aire!
  • Los asientos de la ventana suelen tener menos interacciones que un asiento de pasillo: si puede, procure reservar un asiento de ventana.

 

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